Depredador
Sobre la mesa el
queso espera paciente por el ratón. Convenientemente,
el dueño de casa le ha hecho un corte que le dejó un vacío de fauces abiertas.
Amener l'offrande
Soy el agua que se filtra en la roca.
La arena del reloj que grano a grano
marca la hora de la despedida.
La hora de decir: se acabó esta mascarada.
No seré la lengua macerada por los dientes
que cercenan las palabras,
y nos dejan un silencio de humo.
No seré. No seré.